Cuando buscamos información relativa a la «Fábrica da Luz de Segad», Caldas de Reis solamente encontramos alusiones a una ruta que acaba allí y noticias de una compra por parte del Ayuntamiento de este municipio en el año 2017. Actualmente en ruinas y en estado de abandono pese a pertenecer al Ayuntamiento de Caldas de Reis, estas antiguas instalaciones fueron un referente industrial en Galicia y España.
Para escribir esta entrada hemos recurrido a diversos libros y artículos de prensa, además del conocimiento de los vecinos ancianos de la aldea de Segad. La fuente principal ha sido el libro Caldas de Reis Los hermanos Salgado y M Murguía, a quien agradezco que permita su uso y reproducción citando su fuente.
La Fábrica da Luz de Caldas de Reis fue inaugurada como central hidráulica en 1899 y estuvo operativa hasta el año 1952. Hoy en día está considerada como patrimonio industrial europeo, además de estar incluida en en la lista de bienes industriales que se encuentran en peligro en España. Un auténtico referente de la industria del siglo pasado en la comarca.
La antigua central de Segade, situada a dos kilómetros del casco urbano de Caldas, data de 1899 y la Consellería de Medio Ambiente la incluyó en el 2008 en un plan de rehabilitación del patrimonio fluvial. Ese plan pretendía destinar el 1 % de las obras del organismo Augas de Galicia a restaurar instalaciones industriales que forman parte de la historia de cada comarca. La central, que funcionó hasta 1952, está incluida en la lista de once bienes o lugares industriales que se encuentran en peligro en España. En Galicia, además de las ruinas de Segade, figuran las minas de Fontao, en Vila de Cruces.
La voz de Galicia el día 04/10/2016.
Primera hidroeléctrica en Galicia y segunda en España.
El caldense D. Laureano Salgado daba un paso importante para la industria en el año 1898. Iniciaba en aquel entonces un gran proyecto, la puesta en marcha de la primera hidroeléctrica de Galicia.
La ubicación elegida para ello era el salto del Río Umia en Segade, la cascada, en Caldas de Reis, y la oportunidad de adquirir esta magnífica ubicación surgía en la reventa de una finca comprada en 1877 por otros capitalistas y que estaba compuesta por cinco molinos harineros, con cuatro ruedas cada uno y un terreno de dieciséis ferrados de sembradura, y con un salto de agua de quince metros de elevación. El sitio reunía todas las condiciones para montar cualquier clase de industria.
El Boletín de los Agentes anuncia a la venta los molinos harineros de la Freixa sitos en la margen del río Umia en Caldas de Reis, (…). Se llama la atención de los capitalistas o industriales informando que el salto de agua se encuentra al pie de la carretera que conduce a Caldas, y a poco más de un kilómetro de distancia de la villa y a diez de los puertos de Carril y Vilagarcía, por lo que es susceptible y está en las mejores condiciones para poder montar cualquier industria a gran escala. Las proposiciones debían dirigirse a Laureano Salgado del comercio de Caldas de Reis, quien facilitaría cuantos datos y noticias se le piden.
“El Eco de Galicia”, el 4.7.1886,
Los molinos harineros de la Freixa generaban un mínimo de 100 caballos de potencia en verano, y podían aumentar su potencia hasta los 500 caballos en otoño, invierno y primavera. Estas cifras eran teniendo en cuenta la captación de agua a 17 metros, pero en el avaricioso proyecto se decidió elevar la misma a fin de garantizar una producción energética mayor y con ello alimentar de electricidad todos los municipios próximos.
Salgado y «Presser y Compañía».
En la constitución de las empresas, Salgado solía aportar la concesión previamente adquirida a cambio de una parte del capital, que luego poco a poco iba cediendo a otros socios.
En el verano de 1898, Ernesto Presser y Nicolás Palacios, responsables de «Presser y Compañía» probablemente llamados por Laureano Salgado visitaron Caldas de Reyes para adquirir la finca, solicitar permisos y proyectar la obra, momento en el que iniciaron su asociación.
En enero de 1.899, Ernesto Presser Dauphine y Nicolás Palacios Lahoz, responsables de «Presser y Compañía», solicitaron al gobierno civil de Pontevedra el permiso para aprovechamiento de 2.500 litros por segundo del caudal del río Umia en el lugar de Segade para el establecimiento de una central hidroeléctrica.
Construcción de A Fábrica da Luz.
Para mejorar el rendimiento de la hidroeléctrica, se precisó elevar la captación de agua, algo que requeriría la construcción de una pequeña presa en A Ponte Romana del Río Umia, la fabricación de un túnel desde la parte superior de la Fervenza de Segade, así como la adaptación de la central a pies de la misma donde equiparía las turbinas. El salto sumaba así un total de 30 metros de altura.
Noticias que tenemos de Caldas dan cuenta de que continúan en aquella villa, con gran actividad, los trabajos preliminares para instalar la luz eléctrica en dicha localidad … aprovechando el salto de agua que existe en el río Umia, a dos kilómetros de allí. Se está construyendo la presa para la toma y conducción de agua, pero como hay que trabajar en terreno de roca viva las obras serán largas.
La “Correspondencia Gallega” el 12.11.1898.
El salto de agua de 30 metros lograba obtener un caudal de agua de 2.500 litros por segundo, si bien originalmente las obras planteaban un caudal de 1.500 litros por segundo. El canal estaba elaborado en mampostería hidráulica de cemento Portland. La acequia sumaba un total de 225 metros, de los que 40 eran túnel en roca viva. El depósito era de 80 metros cúbicos de cabida, y el tubo de descenso tenía un metro de luz, repartiéndose al final del mismo en tres bocas para otras tantas turbinas.
Una sala de máquinas con 2 grupos hidro-eléctricos.
La sala de máquinas construida de mampostería albergaba las turbinas de succión y par regulado automático para que fuese igual el trabajo de ambas. Las turbinas Francis eran del fabricante Neyret & Grenier de Grenoble y los alternadores de 225 CV cada uno de la Societé d’Eclairage de París, declarando una producción de 442 Kw/h. En la misma sala se albergaban los transformadores elevadores de tensión. Las dinamos, alternadores trifásicos de baja tensión, estaban acoplados directamente a las turbinas. La tecnología era pionera, solo estando disponible en el momento en Segad y San Sebastián. Eran alternantes y producían corriente trifásicas mediante un juego de tres inducciones.
Después de pasar por un cuadro de distribución provisto de todos los aparatos de medición y de repartición, el fluido llegaba a los transformadores, que elevan a la tensión de 10.000 volts que era la adoptada para toda la red primaria.
Creación de la SSGE.
El 21 de abril de 1900, con objeto de la explotación del salto de agua y central hidroeléctrica de Segad, y otro situado cerca de Ferrol, se fundó La SGGE . Con un capital de 2 millones de pesetas de los que parte fueron en acciones liberadas que se adjudicaron principalmente a Ernesto Presser, y el resto a Nicolás Palacios, Laureano Salgado, Gastón Bertier y algún colaborador más en pago de sus aportaciones, que consistían en las instalaciones ya terminadas del salto de Segad y unos derechos sobre las de A Fervenza do Belelle-Ferrol. Otra parte del capital fue suscrita por diversos accionistas, a resultas de lo cual Ernesto Presser, Laureano Salgado y Ricardo Silveira quedaron como accionistas mayoritarios de la Compañía.
Fueron socios fundadores de la SGGE, además de los referidos, Adolfo Barle (ingeniero), Augusto Comas Blanco (abogado), Bernardo Mateo Sagasta Echevarría (ingeniero y diputado en el Congreso por Caldas de Reis), Eugenio Mancy Legros, Alfonso Osorio Moscoso (exdiputado en el Congreso por el distrito de Caldas de Reis, fundador del Teatro María Guerrero de Madrid), etc.
Caldas de Reis Los hermanos Salgado y M Murguía
Efecto del protagonismo que tuvo Laureano Salgado en la fundación del sector eléctrico gallego fue que dos de las más importantes empresas del sector, Electra Popular de Vigo y Redondela -EPVR- y la Hulla Blanca, fueron escrituradas en Caldas y allí tuvieron su sede social durante lo primeros años de su existencia. De las tres empresas que en 1923 entraron en la fusión que dió lugar a una renovada Sociedad General Gallega de Electricidad, que sería el brote o cogollo del que nació FENOSA, D. Laureano fue fundador de dos, Sociedad General Gallega de Electricidad -SGGE- y Electra Popular de Vigo y Redondela.
Una red de distribución pionera.
Presser y Compañía, gracias a la intermediación de Laureano Salgado como diputado provincial por el distrito de Caldas-Cambados, consiguieron, además la concesión para el aprovechamiento de 2.500 litros por segundo en el río Umia, numerosos contratos de distribución mediante subasta pública.
En septiembre de 1899 Electra de Segad dio luz a numerosos municipios. El desarrollo de la línea de alta tensión era superior a 42 kilómetros. Se componía inicialmente de dos líneas. La primera partía de Segad y pasaba por Caldas, Vilagarcía -un ramal llega hasta Carril-, Vilaxoán y Vilanova, terminando en Cambados. La otra línea sale de Caldas y pasando por Cesures llegaba hasta Padrón, pasando por municipios como Valga.
En 1.899 «Presser y Compañía» lograran hacerse con los contratos, mediante subasta pública, para los futuros alumbrados públicos de los
Daniel Seijas Llerena. Congreso de Historia Económica, Santiago de Compostela, 2005.
concellos de Caldas de Reis, Vilagarcia de Arousa, Carril, Cambados, Valga y Padrón, estos dos últimos empezaron a disfrutar del alumbrado eléctrico a finales del mes de enero del año 1.900. Según Xesús Pena Espiña, en 1.901, distribuían electricidad a 983 abonados. La empresa poseía su oficina en la rúa da Oliva en Caldas de Reis.
Las líneas se establecieron sobre postes de pino de alta calidad inyectados con sulfato de cobre. Los hilos iban sostenidos por aisladores de triple campana que se probaron eléctricamente, habiendo resistido hasta 60.000 voltios antes de ser atravesados por la corriente – Curiosamente estas piezas todavía se ven en las cercanías de la Fábrica da Luz de Segad – Las poblaciones estaban entusiasmadas, pues pasaron del petróleo o el gas al alumbrado eléctrico, con la ventaja de la economía y la comodidad. La empresa que llevó la luz desde la central de Segad a todas estas localidades, fue por tanto Electra de Segad, de la que fueron socios Presser, Palacios, Gastón Bertier y Salgado.
El empresario caldense llegó a recibir el apelativo de “Rey de los Saltos de Agua”. Este nombre, con que se le rebautizó, tiene como origen un artículo escrito por el citado Jaime Sola en el que decía: “… si Laureano Salgado hubiese vivido en los Estados Unidos, allí donde hay el rey del acero y el rey del petróleo, donde la actividad industrial crea soberanías, habría sido el rey de los saltos de agua …La mirada escrutadora de Salgado penetró en los rincones de la montaña gallega y arrancó de ellos ese talismán, fuente de progreso y de vida que se llama “hulla blanca”.
Libro: Caldas de Reis, Los hermanos Salgados y M Murguia.
Falta de caudal en el Umia y apoyo térmico.
Pese a que en la documentación analizada se hace alusión a que esta central primero fue térmica y después hidroeléctrica, no se detalla cada período, pudiendo llegar a crear confusión. Lo que es cierto y se puede comprobar, es que ya estando en funcionamiento como central hidroeléctrica tuvo que apoyarse en la energía térmica.
Las oscilaciones de caudal del río Umia y la gran zona de suministro que la central de Electro Segad estaba cubriendo resultó en interrupciones del servicio, al ser este irregular.
Por este motivo, a finales del año 1900 las instalaciones fueron actualizadas incorporando una máquina de vapor Willians Robinson de 225 CV y un alternador de la sociedad Éclairage Electrique de Paris. En el año 1908 el grupo electrógeno incrementaría su potencia hasta los 625 CV.
Dicen de Caldas que en la fábrica de la luz eléctrica de Segad se está
“El Áncora” de 4.10.1900
montando una fábrica auxiliar de vapor, para compensar la falta de agua durante los veranos, puesto que la fuerza hidráulica no llega para dar luz a la vasta red establecida en aquella villa, Cesures, Padrón , Vilagarcía y Cambados”. Se trata de una máquina de vapor Willians Robinson de 225 CV y un alternador de la sociedad Éclairage Electrique de Paris.
La fábrica estuvo dotada de 2 chimeneas, pero tras la caída de una de ellas esta no se repuso.
Un fuerte temporal derribó la elevada chimenea de hierro que se acababa de construir en la Electra de Segad, tumbándola hecha pedazos, no causando más destrozos debido a la dirección en que cayó. La otra chimenea que se elevaba paralela e inmediata, construída de ladrillo, sufrió también averías de consideración, quedando ruinosa en su tercio superior.
El Correo de Galicia” el 27.2.1914.
Tras las numerosas reformas A Fábrica da Luz de Segad, alcanzó la potencia máxima de 750 caballos, siendo un auténtico referente en la época, manteniendo su actividad hasta el año 1952. En el momento del cese de su actividad pertenecía ya a FENOSA.
¿Existe un museo en A Fábrica da Luz de Segad?
No, todo lo contrario. La fábrica se ha dejado caer, sin hacer esfuerzos de tipo alguno por rehabilitarla o al menos permitir que se conservarse.
En el año 2007 La Voz de Galicia publicaba que el Ayuntamiento de Caldas de Reis planteaba rescatar como proyecto turístico esta fábrica. Esta noticia sorprendía a los vecinos, al existir dejadez absoluta por parte del mismo Ayuntamiento en el cuidado de las cercanías de la fábrica: papeleras rotas, mesas rotas, bancos roto, camino destruido…
En octubre del 2016, casi 10 años después, el Ayuntamiento cerró un acuerdo con Naturgy, antigua FENOSA, para la compra de la antigua central hidroeléctrica de Segade por un importe 70.000€.
Las máquinas de la primera hidroeléctrica de Galicia figuran en el museo de Fenosa en A Coruña.
¿Qué puedo ver ahora si voy a la Fábrica da Luz de Segade?
Si te animas a visitar la Fábrica da Luz de Segade podrás ver su exterior, así como las antiguas viviendas que formaban el complejo donde residían los trabajadores de la misma.
El día 25 de noviembre de 2017 el Ayuntamiento de Caldas anunció la apertura de la ruta de A Fábrica da Luz de Caldas de Reis. Obvió su nombre original, ya que Segad es una aldea dejada de la mano de Dios para la alcaldía en la que alumbrado, suministros y compromisos brillan por su ausencia.
La senda tiene un recorrido circular de 10 kilómetros con salida y llegada en Las Palmeras, con una duración estimada de 150 minutos, y discurre por el margen izquierdo del río, atravesando el paseo pluvial que nunca llegó a inaugurarse y, que pese a tener alumbrado, tampoco llegó a funcionar. Alcanza la Fábrica da Luz en la Cascada de Segade, para posteriormente continuar hasta el Puente Romano, desde donde se iniciará el regreso al punto de partida.
Los trabajos de optimización en la zona consistieron en la limpieza de la maleza, algo que solían hacer los vecinos en busca de leña, y el cierre de los accesos con retales derivados de otras obras.
Es importante indicar que el acceso interior a la fábrica está prohibido y resulta peligroso. También hay que tener especial cuidado en los alrededores de la fábrica, pues el deslizamiento sobre piedras humedas es fácil y suele ser la principal causa de accidente de los turistas.
No te salgas de la senda. Existen otras rutas usadas por los vecinos y conocedores de la zona, pero son extremadamente peligrosas. Lamentablemente, no es la primera vez que una persona cae por la cascada desde su parte superior.
Fuentes consultadas.
A continuación detallo los portales en los que se ha argumentado parte de esta entrada: